Por Cristian Ocaña
11-Julio-2024
Con frustración los chilenos vimos cómo nuestro equipo quedó fuera de la Copa América 2024, ¡sin marcar ningún gol! Esta “sequía”, como dirían los expertos, se ha convertido en una grave tendencia pues los partidos se ganan con goles.
En Alemania, al mismo tiempo, se lleva a cabo la Copa UEFA, la versión europea. Allí, según los comentarios, se han jugado partidos de extraordinaria calidad y emoción, donde el gol ha sido un elemento vital a la hora de avanzar.
Para Chile la Copa América desnudó una dramática realidad. El equipo chileno siempre ha dispuesto de buenos jugadores, varios en la liga europea. Sin embargo, a la hora de enfrentar cualquier partido, y a diferencia de los europeos (argentinos y brasileños), la estrategia de ataque para llegar al arco contrario y crearse de posibilidades para convertir un gol, son bajas.
Comparativamente, selecciones como la alemana o española en la UEFA 2024 presentan un rendimiento envidiable. Esto se aprecia con claridad en cuatro estadísticas comunes al contrastarlas con Chile: 1) Número de veces en que hubo control total del balón: ambos equipos europeos presentan 2x; 2) Acarreos hacia la línea de gol del oponente: España 4x y Alemania 2x; 3) Traslados en el último tercio más cercano a la portería: ambas selecciones europeas tienen 3x; 4) Traslados al área penal: los dos europeos tienen 4x de más chances.
¿Y Argentina, se preguntarán? Al realizar la misma comparación, ellos presentan un comportamiento muy parecido a los europeos de la muestra creándose un similar número de posibilidades de gol. Así lo hizo en el último mundial, donde fueron campeones del mundo, y así lo realiza hoy en la Copa América 2024. De continuar en esta senda, es probable que sea el campeón. Y lo mismo con España.
Ahora, yendo a lo importante para los chilenos: ¿Qué conclusiones se pueden sacar? ¿Qué se podría hacer? ¿Qué futuro enfrentaría?
Una conclusión fundamental, al analizar información de mediciones comunes (ver Sports Reference, FBREF en https://fbref.com), es que los goles se presentan en quienes más oportunidades se crean yendo al arco contrario. Chile está lejos de los 4x de Alemania, España y Argentina.
Para acercarse a tales rendimientos el equipo chileno requiere cambiar su estrategia. Con frecuencia se aprecia a los jugadores chilenos retroceder en vez de avanzar. Gestionar el balón hacia la portería contraria es esencial. Lograrlo demanda de varias mejoras al proceso de enfrentar partidos: 1) Un entrenador que utilice estrategias de ataque y no defensivas; 2) Jugadores que distribuyan el balón para la portería contraria para ayudar a crear posibilidades de conversión; 3) Jugadores con habilidades para atinarle al arco rival; hay especialistas que cabecean, otros que chutean de mediana distancia y otros que le pegan como venga. Continuar con más de lo mismo no hace más que profundizar en lo errado de la estrategia y de frustrar cada vez más a los fieles seguidores. Aquí no es preciso innovar, si no que aplicarse y entender que para llegar al arco contrario es preciso realizar acciones que lleven allá. Ir en otra dirección, el arco rival se aleja, los goles no llegan y, con seguridad, Chile se perderá otro mundial y otra Copa América más. ¿Hasta cuándo?