EEO-3: Misión Giria-201 (Parte 1)

Por: Cristian Ocaña
Fecha: 26/Julio/2023

15 de noviembre de 2023. La doctora Sally Brown a cargo del «Centro de Investigación de Anomalías del Multiverso», en la NASA, en Ames, Mountain View, California, seguía con atención la evolución de las pruebas sobre conectarse con otros planetas habitables del universo y multiverso.

En esta oportunidad habían logrado dar, debido a las indicaciones de los doctores Oppenheimer y los Strauss, con una serie de mundos con vida inteligente. Gracias a las tecnologías que lograron desarrollar, podían «doblar» el universo y dimensiones de manera de tener la ruta más corta que los uniera a través de un agujero de gusano optimizado. Era como juntar los extremos de una hoja de papel para conectarlos de la forma más efectiva posible.

Ese día, a las 9:00 de la mañana, partiría la primera conexión con Giria-201, un mundo en el sistema Nabuco-6, que se suponía era 5000 años más avanzado que la Tierra, y que se encontraba cerca del borde del universo, a unos 46 mil millones de años luz. Doblar el universo permitía que ese punto remoto estuviese a menos de un año luz de distancia de la Tierra y se pudiese cubrir en cuestión de segundos con el Portal ZST-23, sigla en honor al fallecido doctor Zacharias Strauss.

De esta forma, se optimizaba la cantidad de energía requerida por medio del continuo bombardeo de mini explosiones nucleares y así mantener la puerta estelar abierta el tiempo requerido.

El aprendizaje del lenguaje descifrado en Tierra Strauss por la eximia lingüista Kate Wilson, sirvió de base para establecer el utilizado por los Girianos, que era similar en su estructura central y tan evolucionado como la de ellos debido a las cinco dimensiones que poseía, más algunas variaciones que eran como pasar del inglés al español, pero con la complejidad de la quinta dimensión lingüística.

Kate logró crear un subconjunto del lenguaje de manera que permitiese generar comunicaciones básicas y entendibles entre ambos mundos. Poco a poco, el equipo en la Tierra iría aprendiendo y adentrándose en su sofisticado idioma, y beneficiándose de la expansión cerebral que ello conllevaba. Kate estimó que se podía llegar a incrementar el uso del cerebro hasta el 30%, lo cual abriría enormes posibilidades para el avance de la humanidad.

El grupo Kalypto seguía con enorme dificultad los pormenores de tales experimentos porque perdió a su pieza vital en la Tierra Strauss, el profesor John Schneider. Sin embargo, Dan, el oscuro gestor de Kalypto ya se encontraba urdiendo un plan siniestro para lograr presencia nuevamente en primera fila y perfilar un nuevo intento de conquistar otros territorios.

La doctora Elizabeth García, era una astrofísica e ingeniera, oriunda de San Diego, de padre mexicano y madre peruana. Era la hermana mayor de tres. Realizó todos sus estudios en la universidad de Alabama en Huntsville y era una investigadora destacada a cargo del control del flujo atómico en espacios reducidos. Fue ideal su contratación para la NASA y la construcción del portal ZST-23.

Un día, en la semana previa a las pruebas de contacto con Giria-23, volvió tarde y agotada a su casa, en un condominio a 15 minutos del Centro Ames. Entró e hizo toda su rutina, casi de memoria. Parecía un robot ya dispuesto a desconectarse y recargar sus baterías para reiniciarse al día siguiente.

Tomó una ducha y al salir en bata a su habitación se topó con Dan, sentado en su pequeño sofá, pierna arriba y apuntándola con una pistola Glock 19 con silenciador. Al verlo, Elizabeth se sobresaltó y Dan puso su dedo en la boca indicándole silencio. Con la punta de la pistola le señaló la cama y un teléfono que dejó allí.

Al tomarlo se encendió y apareció un video. Ella miró a Dan como buscando una explicación. Movió la pistola indicándole que activase el video.

Su rostro se puso pálido. Un frío le recorrió todo el cuerpo. Su estómago se apretó y varios goterones salieron de inmediato de sus ojos. Sus dos hermanas aparecían allí, sentadas, temblando y llorando, mientras leían un mensaje.

—Eli —dijo una de ellas—, a partir de mañana debes portar estos lentes de contacto y colgantes en tus orejas y cuello. Si no lo haces, moriremos.

Miró a Dan y le arrojó una caja con los dispositivos.

—Nunca te los saques —continuó leyendo—. Espera nuevas instrucciones. Si avisas a quien sea o te sacas alguno de estos artículos, moriremos y nunca más sabrás de nosotros. Y luego, seguirán con nuestros padres —terminó diciendo, mientras sollozaban ambas.

Dan se paró, tomó el teléfono y salió sin emitir ninguna palabra. Elizabeth quedó petrificada. No podía dar crédito a lo que le había sucedido. Revisó rápidamente los aparatos y se dio cuenta que eran de un material aprobado por el laboratorio, grafeno, por lo que no debía tener problemas en portarlo dentro de la zona de los experimentos.

Esa noche apenas durmió y se despertó creyendo que todo fue una pesadilla. Pero no. Al ver la cajita en su velador, se dio cuenta en lo que estaba. Obedeció al pie de la letra las instrucciones, puesto que los aparatos tenían micrófonos y cámaras que la delatarían de inmediato. No podía arriesgarse a que algo les sucediese a sus hermanas y padres.

Así, prosiguió trabajando día a día como si nada le hubiese ocurrido, disimulando lo mejor posible la tragedia que llevaba por dentro. Los ojos y oídos de Kalypto volvían a estar presentes en el laboratorio de la doctora Sally Brown.

***

El día de la conexión con Giria-201, la doctora García temblaba extrañamente ante los ojos de Sally Brown. Ambas amigas se miraron directamente y se sonrieron. Elizabeth lo hizo subiendo una ceja y moviendo levemente su cabeza un par de veces. La doctora Brown la tomó de la mano para tranquilizarla y en ese momento su colega le presionó con fuerza y tironeó con suavidad para indicarle que algo andaba mal.

Agitó su cabeza con suavidad para evitar cualquier reacción que detonase la amenaza de Dan. Sally entendió el mensaje y se retiró con disimulo.

—¿Cómo podré saber qué le está sucediendo? —se dijo.

Estuvo pensativa un instante hasta que llegó la Kate, la lingüista que los ayudaría a interpretar los mensajes que pudiesen fluir durante la comunicación.

—Eso es —sonrió dichosa Sally y llamó a Kate fuera del laboratorio para conversar con privacidad.

—Dime, Sally ¿qué sucede? ¿Por qué tanto misterio?

—Creo que estamos siendo vigilados nuevamente. La seguridad de Eli está comprometida pero necesito saber exactamente qué le ocurre.

—¿Bueno y qué podríamos hacer, Sally?

—Cuando llegaste lo supe ¿qué tal han avanzado las clases de Giriano con Eli?

—Eli tiene una facilidad enorme y del grupo es la que más desarrollada se encuentra. Tiene un nivel similar al tuyo.

—Eso es extraordinario. Podríamos en medio de la conexión establecer un diálogo interno las tres en Giriano de manera que quien la vigile no entienda lo que sucede.

—¿Y si después la interrogan?

—Le diremos en la comunicación que se trató de una conversación trivial con otros científicos de Giria-201 sobre la estabilidad del puente. Con eso debería bastar.

Pronto comenzaría la tercera ronda de conexiones programadas con Giria-201. Las anteriores habían sido exitosas y se logró establecer un lenguaje común de diálogo. En ambos mundos debían afinar y calibrar varios factores en sus propios portales, de manera que pudiesen pasar los emisarios bajo un entorno de protección y seguridad. Todo ello luego del atentado que sufrieron en Tierra Strauss y que «ellos» detuviesen a tiempo la operación de conquista de Kalypto.

Al comenzar el reactor a emitir las mini explosiones, el laboratorio se sacudió. Unos segundos después, el puente estaba tendido. Sin embargo, aún no era posible el traspaso de algún ser orgánico. Por ahora, y por precaución, solamente se establecería un puente de comunicaciones para realizar un «videollamada».

De acuerdo a las indicaciones dejadas por el doctor Oppenheimer, siempre debían incluir en los mensajes iniciales que se intercambiasen con el otro mundo, una serie de términos que resultó ser una especie de alerta de manera que pudiesen tomarse las providencias del caso.

Y así lo ejecutó Kate en los primeros intercambios. Por ese motivo, los avances se realizaron con mayor resguardo a fin de prepararse.

Los 5 mil años de ventaja que tenían los Girianos hicieron que el proceso fuese más sencillo en caso de algún ataque por el lado de alguna fuerza externa a ellos. La Tierra aún no contaba con la tecnología y desarrollo suficiente para realizar una invasión de gran escala. El único acceso era por medio de la puerta ZST-23 cuya dimensión no superaba los dos metros de diámetro de su circunferencia.

Elizabeth se calmó una vez que volvió Sally Brown al laboratorio y le acarició a la pasada la mano con un apretón leve y cariñosa, acompañado de un «vamos» y un disimulado patrón fonético en Giriano que significaba que «todo estaba bajo control y que se mantuviese tranquila». Era imposible que quien estuviese escuchando al otro lado se percatase de qué es lo que había sucedido. Era probable que hubiese pasado por una falla en el audio.

El diálogo entre Elizabeth, Sally y Kate con su contraparte Giriana fluyó sólo en el idioma ya establecido y acordado. En esta oportunidad fueron Kate y Sally las que incluyeron otra terminología para transmitir el problema en que Elizabeth estaba involucrada.

Por el lado de Giria-201 estaban Kliot, Rom y Sor, de cargos similares a los del equipo del laboratorio de la Tierra. Entre los seis urdieron un plan. Una de las características de la evolución en el sistema Nabuco-6 eran las alianzas con otras exocomunidades.

En particular, y para esta situación, sus amigos de Feltia-33 como acordaron llamarlos, podían cambiar de forma. También poseían un adelanto evolutivo de miles de años y aceptaron gustoso apoyar el plan de sus vecinos estelares.

De esta manera, y sin que nadie supiese, la siguiente comunicación sería sin Elizabeth de manera que no pusiese en riesgo a sus hermanas. Así, la compuerta se activó una noche y atravesó un Feltiano, de forma similar a un ser humano, aunque sin pelo, delgado y alto. Tocó de inmediato a Kate y adoptó su forma ante los atónitos ojos de sus colegas terrestres.

Eli sabía que aún no debía ducharse y debía esperar por su doble. Ese era el único instante en que dejaba de lado todos los adminículos que le obligó Dan a portar.

Sally fue a ver a Eli junto con Kate-2. Se anunciaron por su condominio y entraron normalmente por la puerta principal. Una vez adentro, conversaron unos momentos hasta que Elizabeth les pidió si la esperaban para poder ducharse pues estaba muy nerviosa por los últimos acontecimientos y necesitaba «sacarse el día de encima».

—Sí, Eli. Te entiendo. Te esperamos —dijo Sally.

Entró a la ducha y produjo un vapor que nubló la vista completa del cuarto de baño. De manera silenciosa, Kate-2 ingresó al baño e ingresó desnuda a la ducha junto con Eli. Al tocarla se produjo la nueva transformación. Ahora Kate-2 era Eli-2. Todo siempre en silencio. Eli salió en puntillas y se vistió.

Al terminar la ducha, Eli original se encontraba en el auto con la ropa de Kate-2 y Sally se despedía.

—Amiga, nos tuvimos que ir porque Kate debe volver con su familia. Al parecer su hijo tuvo una indigestión.

—Bien, no hay problema amiga. Otro día nos juntamos y nos tomamos unas cervezas.

El cambiaformas, además, tenía la habilidad de replicar completamente el cerebro de su original, sin perder su propia identidad y autonomía. También copiaba la memoria y demás aspectos físicos como la voz, emociones y actitudes corporales. Era una clonación fantástica.

El plan estaba en marcha. Eli-2 salía de la ducha con todos los adminículos que Dan le había entregado. Limpió el espejo y le habló directamente.

—Tenemos un problema. Vendrán visitantes y debemos resolverlo cuanto antes. Por favor, venga a verme cuanto antes, porque creo saber cómo abordarlo.

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