Logo-Cocana-B-2024

EEO-5: El Mundo de Giria-201

Por: Cristian Ocaña
Fecha: 10/Agosto/2023

Corría en tiempo de la Tierra el año 3.200 A.C. cuando en Giria-201 se produjo la gran revolución global. Un suceso de enormes proporciones que cambió su historia para siempre.

La desigualdad y el abuso extremo de los oligarcas tenían completamente coartado el desarrollo de su mundo para beneficio propio. Este grupo se componía por unas cientos de familias en todo el globo que mantenían un estilo de vida sibarita por sobre el resto del planeta.

Tan sólo transcurrieron unos pocos años desde la formación original del silencioso movimiento disidente del orden imperante, para que cobrase una fuerza jamás antes vista en la historia de Giria-201.

Kinda Xeltinal fue la líder que encabezó la revolución de su mundo y la principal responsable de la recuperación de la libertad y justicia, del crecimiento pleno en paz y armonía.

Comparativamente, un Giriano poseía un cerebro similar al ser humano. Sin embargo, sus capacidades se encontraban muchísimo más desarrolladas debido al lenguaje evolucionado que disponían de quinta dimensión.

De esta manera, las conexiones sinápticas se organizaban de forma completamente diferente a las terrestres. Si bien ambas razas contaban con aproximadamente 20 billones de neuronas en sus cerebros, cada neurona de los terrestres se lograba conectar con 1000 neuronas. En cambio, las neuronas de los Girianos llegaron a expandirse para lograr conectarse con 100.000 neuronas cada una.

Así, los Girianos pasaron a tener, no los trillones de conexiones de los humanos, sino que llegaban a los cuatrillones. Eso les permitía navegar por la quinta dimensión sensorial de las comunicaciones, procesar todo más rápido y con múltiples posibilidades y riqueza de información.

Si en la Tierra Einstein tardó 10 años en formular la Teoría de la Relatividad General, en Giria-201 sus genios lo harían en cuestión de semanas. Y una persona normal, en cuestión de uno o dos años. Entonces, Giria-201 era un mundo donde la capacidad de creación, invención e innovación fluía de manera exponencial, comparativamente a la Tierra. Luego de 5.000 años de evolución su situación relativa era inconmensurable e incomparable.

¿Cuál fue el secreto? El lenguaje. Parece simple, pero con el desarrollo avanzado de las matemáticas que lograron los Girianos pudieron establecer un lenguaje de múltiples niveles y cláusulas incrustadas unas dentro de otras, con lo que se conseguía una compleja estructura semántica que afectaba la percepción y el determinismo.

Es decir, permite a las personas ver más allá de lo convencionalmente establecido por las leyes físicas del universo y, por tanto, ejecutar su libre albedrío con libertad absoluta y sin estar atado a lo determinado por las leyes preconcebidas y ya determinadas.

Así, el pueblo de Giria-201 expandió su entendimiento y visión en todo orden de cosas, logrando paz absoluta entre todos sus habitantes pues eran capaces de verse entre sí con mucho más que la usual altura de miras que se conoce en la Tierra. La causa y efecto era conocida por igual por todos lo que permitió un desarrollo armónico de la conciencia Giriana. Fue algo como mágico pues el 100% de los Girianos entendió, comprendió y aceptó lo que era conveniente para todos.

De esta manera, ya no había espacio en su comprensión y entendimiento para actos egoístas y personales pues iban en contra del beneficio colectivo. Fin de la discusión. Ello derivó inmediatamente en un desarrollo planetario incesante e incansable. Todos querían evolucionar y seguir escalando en la vida. No se detendrían por nada del mundo.

Los líderes de los países compartían los intereses globales por lo que el orden mundial fue requiriendo cada vez menos gobernantes y políticos pues el mundo estaba conectado en la misma dirección. De hecho, las comunicaciones en quinta dimensión les posibilitaban actuar como una Unidad Global, una única conciencia integrada y coherente.

A pesar de todo el movimiento colectivo de este mundo, las personas no perdían su identidad ni sus libertades. Nadie era influenciado para actuar de una manera u otra. Ni siquiera existían leyes ni normativas para proceder apropiadamente en la sociedad. El comportamiento era natural debido a la lectura y comprensión de la causa y efecto, y en su evolucionado nivel de consciencia nadie, pero absolutamente nadie actuaba en contra de lo que dictaba lo colectivo.

En cada vuelta evolutiva descubrían e inventaban millones de novedades para su progreso. Hacía mil años que el planeta ya utilizaba la energía cuántica. La contaminación no existía. Su atmósfera era pura y la flora y fauna se desarrollaban en plena armonía con los Girianos.

De hecho, la alimentación también evolucionó. Todos los seres vivos de Giria-201 procesaban la propia energía que emitía el planeta. Eso podría parecer un tanto dramático para un terrícola, pero los Girianos de forma astuta fueron capaces de no perder la conexión con la naturaleza y adaptaron sus organismos para integrarse con las sensaciones y emociones emanadas por cada especie, animal, vegetal y mineral. Eso logró mantener el espíritu Giriano dispuesto a amar su entorno y todo lo que los rodeaba, entendiendo con más profundidad que lo que les daba sentido a su existencia no eran sus creaciones sino que el ecosistema donde coexistían y convivían.

Sus viajes por el universo eran de descubrimiento de nuevas experiencias de intercambio y aprendizaje mutuo con otros mundos. Algunas veces llegaban a territorios primitivos y otros a mundos tan evolucionados como ellos. Su filosofía era simple: nunca dejar de aprender de cualquier cosa.

Atrás quedaron los egos y la arrogancia. No era parte de su ecuación de vida. No había espacio para ese tipo de nimiedades pues arrastraban al egoísmo y personalismo y ello iban en contra del beneficio colectivo, del ser una unidad y una conciencia coherente y amorosa.

Uno de los mundos que hallaron fue a la Tierra, bautizada por ellos como Hertox. En uno de los comunicados con Tierra Strauss, el doctor Robert Oppenheimer les señaló la ayuda que requería el planeta pues corrían un serio riesgo de autodestruirse. De hecho, los seres humanos ya buscaban otros mundos para habitarlos, como Marte, debido a la muerte anunciada de la Tierra por la falta de conciencia colectiva y unidad. Pocos estaban dispuestos a transar para dejar atrás sus posesiones y riquezas personales en pos del bien común.

—Aún los seres humanos no lo entienden ni aceptan —les decía Oppenheimer en uno de los contactos—. Es cosa de unos años para llegar al caos total. Ellos requieren de su urgente ayuda.

La Tierra no se encontraba en el mapa de los Girianos pues se hallaba a más de 46 mil millones de años luz de distancia. Era como buscar una conexión neuronal específica entre todos los cerebros de su planeta.

De esta forma, entre el doctor Kuppin, el máximo responsable del Centro de Contacto Extraterrestre de Giria-201 y el doctor Robert Oppenheimer, a cargo de la relación evolutiva con la Tierra, establecieron una vía de aproximación con el propósito de ayudarlos a corregir su dramático destino.

Y así fue. El plan consistió en que Oppenheimer y los Strauss tendrían un último contacto con la Tierra, después de analizar al equipo de Kalypto que quedó prisionero. El contacto sería darle al equipo de la doctora Sally Brown las coordenadas de Giria-201 en el sistema Nabuco-6.

—Gracias doctor Oppenheimer —dijo satisfecho el doctor Kuppin—. Desde este punto en adelante, ya sabremos qué hacer. Y gracias también por la advertencia de este grupo Kalypto. Siempre encontramos uno igual en cada uno de los mundos que logramos contactar y que utilizan un lenguaje elemental como el de la Tierra.

—Sí —dijo Oppenheimer—, esa es la clave para evolucionar sobre el entendimiento y la comprensión de lo que es mejor para el bien común, pues quiéranlo o no, somos una conciencia colectiva universal que tendemos a la unidad.

El mundo de Giria-201 había conseguido explorar completo su sistema y detectar otros mundos habitables tan evolucionados como el de ellos y tan retrasados como en la Tierra. En Feltia-33, sus amigos cambiaformas, iban igual de adelantados. Lograron desarrollar una amistad que los enriqueció mutuamente y enfrentaron juntos la misión en los otros 10 mundos del sistema Nabuco-6.

La misión consistía en darles el regalo de la evolución a cada mundo a través del lenguaje. En pocos años el cerebro de cada habitante iría incrementando el número de sus conexiones neuronales logrando evolucionar rápidamente en múltiples dimensiones de su vida. Lo importante residía en la capacidad de todos los habitantes en poder verse como una unidad y una única conciencia. Tal aspecto permitía dejar atrás el individualismo, el egoísmo, la avaricia y codicia, los principales responsables de la moralidad, ética y respeto.

Luego de cubrir los 8 mundos de Nabuco-6 que requerían de la misión, saltaron a otros sistemas estelares y repetían la fórmula. Situaciones más, situaciones menos, en cada caso se encontraban con el mismo patrón de conducta y el resultado final, en el 100% de los casos, era idéntico en cuanto al salto evolutivo cuántico que comenzaban a experimentar.

Con el pasar de los siglos, y ya contando el universo con varios miles de mundos en pleno camino de una evolución acelerada, se creó la «Orden Universal de Galaxias» a fin de darle una orgánica formal al proceso evolutivo. De esta forma surgieron las misiones «Evolución» que abordaban tal desafío con una estrategia consensuada a fin de evitar llegar a ser una orden imperialista y de supremacía. Su fin era claro: lograr que la conciencia universal convergiese y se produjese una evolución colectiva, algo que nadie había experimentado aún. Era el gran paso que vendría.

—De esta manera —dijo Serta Mei, presidenta de la Orden y directora del consejo «Evolución», dirigiéndose a los representantes de los distintos mundos—, podremos avanzar en el plan universal y mantenernos alejados del insólito modelo de la anarquía e imperialismo.

Los aplausos y vítores de los presentes llenaron de alegría la gran cúpula donde se encontraban sesionando. Era una organización necesaria.

—¿Y qué viene ahora? —preguntó la presidenta a la sala.

—Presidenta, debemos partir con la misión a un sistema conocido como la Vía Láctea —dijo Mor Aldor, comandante en jefe del cuadrante Terrum-666—. Es un mundo donde existen más de 300 millones de estrellas y planetas. Allí hemos identificado 11 zonas habitables. Existen 10 altamente evolucionados y uno muy retrasado al que nuestros amigos de Giria-201 lo bautizaron como Hertox. Se le conoce como el planeta Tierra.

—Comiencen de inmediato —dijo Serta Mei—. Recuerden que gracias a los avances tecnológicos podemos incidir en cualquier época de la historia. Cuéntennos cómo les va. Me interesa mucho este planeta Tierra. Fue un pedido especial de nuestros amigos fundadores Girianos, que ya habían comenzado su labor con ellos, pero el grupo controlador allí imperante ha dado una fuerte lucha y eso es complejo.

Efectivamente, el grupo Kalypto luego de la última sacudida a manos del equipo de Girianos, Feltianos y Terrícolas en el Centro Ames de la NASA, se reestructuró y se autorenombró como «Los Ungidos».

La misión a la Tierra ya estaba en ejecución. Pronto Mor Aldor daría cuenta del resultado de las acciones que realizarían en este interesante planeta azul.

Comparte aquí tus comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *